Ingresa en prisión un varón tras cometer 36 robos en empresas

El Día
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Al margen de los daños materiales originados en la comisión de los delitos, el detenido logró un botín de 40.000 euros

Un momento de la rueda de prensa de este jueves - Foto: Europa Press

Un hombre de 35 años y con numerosos antecedentes penales ha ingresado en prisión tras cometer presuntamente 36 delitos con fuerza en el tejido empresarial riojano y del País Vasco. Sin contar los daños ocasionados, el dinero sustraído puede rondar los 40.000 euros, informa Europa Press.

Entre esos 36 delitos, 11 de ellos fueron realizados en la zona de El Cortijo de Logroño, en donde también actuó en diferentes viviendas.

La Policía Nacional ha informado de que la detención se produjo el pasado viernes, 25 de agosto, en la localidad navarra de Viana tras un estudio del modus operandi del presunto autor de los hechos en la ejecución de los robos con fuerza.

Tras la operación -denominada 'Tempranillo'- se decretó el ingreso en prisión del presunto autor de los hechos de un total de 36 delitos de robo con fuerza, 1 delito de hurto y 1 delito de daños, todos ellos cometidos en empresas, sociedades, negocios e industrias de polígonos industriales, bodegas, negocios de hostelerías y segundas residencias, todas ellas en La Rioja y en País Vasco en los últimos 9 meses. En muchos de estos lugares llegó a entrar en varias ocasiones.

La investigación se inició tras decretar un incremento significativo de robos con fuerza en La Rioja. En colaboración con la Ertzaintza se comprobó que también habían incrementado los delitos de robo en el País Vasco. "Todos tenían el mismo patrón a la hora de ejecutarse por lo que se estudió los hechos delictivos llegando a la conclusión por los investigadores de que podíamos estar ante el mismo autor", afirman desde la Policía Nacional.

El presunto autor siempre realizaba las acciones delictivas en horario nocturno, aprovechando así en la madrugada la escasa afluencia de personas durante esas horas para introducirse en las empresas y evitar ser sorprendido. Además, los realizaba entre semana.

Normalmente acudía a los lugares a pie, utilizando para entrar en las naves herramientas que se encontraba previamente en los lugares adyacentes para luego abandonarlas. Sirviéndose además de capuchas, gorros o mascarillas.