"El pacto de investidura a base de chequera nos perjudicará"

Gustavo Basurto
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Confía en generar un clima de ilusión en emprendedores, autónomos y empresas, un sector al que Belinda León (Logroño, 1970), licenciada en Económicas y Empresariales, ha dedicado parte de su vida laboral

Belinda León, en la terraza del complejo tecnológico de La Fombera. - Foto: Ingrid

Desde un luminoso despacho en el centro tecnológico de La Fombera, la responsable de diseñar la política económica del Gobierno de La Rioja tiene a la vista los dos grandes polígonos industriales de Logroño y a medio kilómetros los dos campus universitarios (UR y UNIR). La consejera de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo, Belinda León, quiere generar en ese radio de acción un ecosistema llamado Parque Científico Tecnológico en el que conocimiento y emprendimiento abonen el terreno para el crecimiento. 

El último informe del BBVA sobre crecimiento económico pronostica un cierre de 2023 en La Rioja ligeramente por debajo de la media española. Por ponerle nota a la economía riojana, ¿progresa adecuadamente o necesita mejorar?

Progresa adecuadamente, pero necesita mejorar en muchos aspectos, sobre todo en cuanto a apoyo político a la empresa y a la industria. El Gobierno anterior no lo hizo bien respecto al tejido industrial y el cuidado de las empresas y ese maltrato lo estamos acusando. El Gobierno actual tenemos ahora una cierta responsabilidad para revertir eso y creo que lo estamos consiguiendo. 

Más halagüeñas son las previsiones de estudio con el empleo, que apunta a una tasa de paro que bajaría al 8,6% ¿El reto está en reducir el empleo precario?

La cifra de desempleo en La Rioja es ya casi estructural. Lo que hay que conseguir es bajar ese nivel de precariedad y aumentar la calidad del trabajo para que sea una región atractiva para venir a desarrollar un proyecto de vida. 

La Rioja tiene los séptimos sueldos más bajos del país, con una media de 5.400 euros al año menos que en el País Vasco. ¿A qué hay que atribuirlo?

Históricamente siempre ha habido esa diferencia salarial, pero si valoramos la calidad de vida La Rioja siempre ha sido puntera en ese índice. Que haya territorios que nos ganen no es algo que nos guste, pero también es cierto que ellos tienen otras características que no les hacen más atractivos.

La patronal CEOE ha alertado de que la incertidumbre por el pacto de investidura de Pedro Sánchez se traducirá en menor inversión empresarial. ¿Comparte el diagnóstico?

Sí, por supuesto. Con ese pacto, nos han levantado todavía más los muros. Y el Gobierno del que formo parte se ha comprometido a luchar contra esa frontera respecto a los territorios vasco y navarro, que con estas concesiones aún perjudica más. Pero por otro lado, me gusta ser optimista y pienso que ese desasosiego político que hay en esos territorios no beneficiará su atracción de empleo e inversión; y en cambio eso sí puede ser un atractivo en inversores que quieran poner el foco en La Rioja, una tierra estable, sin conflictos políticos ni políticos, en la que se puede desarrollar un proyecto. Pero las concesiones que se han hecho para la investidura a nosotros nos van a perjudicar.

¿En qué sentido?

Todavía no sabemos la letra pequeña de los pactos y las concesiones que se harán, por ejemplo, al País Vasco, pero ese acuerdo de Gobierno a base de chequera no será beneficioso para nosotros, sino al contrario; seguramente se les dará unas competencias y unas ventajas competitivas superiores...y los tenemos a diez kilómetros.

¿Estamos ante un nuevo agravio?

Ya lo teníamos, no se ha reducido y me temo que se vea aumentado por las concesiones a las que hayan podido llegar, que aún no sabemos cuáles son. Pero insisto; creo que ese desasosiego social y político que se genera va en perjuicio de que haya inversores que quieran poner el foco en el País Vasco y en beneficio de La Rioja, porque aquí hemos conseguido darnos cuenta de la crispación en el ambiente social y empresarial que había en la legislatura pasada. Y la tranquilidad política y social que tenemos ahora va en beneficio de la atracción y de la economía.    

Hace seis años, el 'procés' impulsó a algunas empresas catalanas a trasladarse a otras regiones, como Codorníu, que se vino a La Rioja. ¿Ve posible un trasvase similar ahora?

No lo sé. Nosotros estaremos abiertos a acoger a cualquier proyecto que genere riqueza, empleo y bienestar.

Tal vez la 'estrella' de los proyectos de su Consejería sea la creación del Parque Científico y Tecnológico, que se ubicará junto al centro tecnológico de La Fombera. ¿Cuándo será una realidad?

Estamos evaluando ahora la ampliación de este edificio (La Fombera) en una parte, pero un parque científico-tecnológico no es un edificio, es un ecosistema en el que conviven la universidad, el conocimiento, investigación y desarrollo, ideas...y creo que este edificio en el que estamos es un entorno que propicia ese desarrollo y en eso nos centraremos. Agrupará desde la Universidad pública y la privada hasta las empresas que tenemos alrededor y las que se están desarrollando. La Fombera nació con ese espíritu y es el que queremos recuperar, porque el emprendimiento requiere de un apoyo inicial de las instituciones. 

¿Cuándo estará en marcha?

Las proyectos de construcción llevan una planificación a largo plazo, pero espero que podamos empezarlo, porque no me atrevo a decir que terminarlo, a lo largo de la legislatura.  

Usted anunció la refundación de la Agencia de Desarrollo Económico. Al margen de agilizar expedientes de ayudas en lista de espera, ¿qué cambio de rumbo le dará a la ADER?

Queremos que sea el motor de desarrollo de esta tierra, empezando por la captación de proyectos empresariales. La ADER nació con ese espíritu, pero lo ha ido perdiendo y se ha ido quedando en una mera tramitadora de subvenciones. Las ayudas siempre son buenas, pero este Gobierno luchará por vender el territorio como núcleo de implantación de proyectos y empresas. La ADER tiene que ser el socio leal para cualquier empresario, emprendedor o autónomo cuando tenga una dificultad o esté frente un nuevo reto.

  

¿De qué manera la relanzarán?

Reforzando sus estructuras, con partidas económicas y reordenando el presupuesto. En los últimos años, las transferencias que se hacían desde la Comunidad autónoma han ido bajando lo que ha limitado sus actuaciones. Nosotros hemos decidido poner coto a un problema que había y hemos destinado 28 millones de euros para que los 583 expedientes que había atascados puedan estar resueltos para junio de 2024. Y hemos dotado de presupuesto, con 54 millones, que es la mayor cifra transferida nunca a la Agencia. Con ello podremos hacer muchas cosas, entre ellas el Plan de Autónomos y reforzar los recursos humanos.

En las dos últimas décadas, La Rioja ha sufrido cierres de empresas traumáticos con plantillas de cientos de trabajadores. ¿Hay noticias de la llegada de alguna inversión empresarial de gran dimensión?

Ese mensaje que se trasladó de que había aquí largas colas para implantar empresas no es la realidad. Lo que me he encontrado son empresas que están pasando por dificultades, que ante la perspectiva económica y política han echado el freno de mano en muchos de sus proyectos e inversiones y nosotros estamos haciendo una labor de ilusionar.  

Con independencia del resultado de la comisión parlamentaria que usted ha pedido sobre la gestión anterior en el proyecto de la Ciudad del Envase y el Embalaje, ¿habrá Centro Nacional de Tecnologías del Envase en Calahorra?

Nos hemos encontrado con un proyecto muy enmarañado, con mucha arquitectura financiera y jurídica que no permitía ver con claridad el proyecto en sí mismo. Ante posibles irregularidades pedimos unas auditorías que ya han llegado y que han corroborado muchas cosas que los técnicos de la casa decía, por lo que he pedido una comparecencia (en el Parlamento) para exponer las conclusiones. Nuestro objetivo es seguir con el proyecto del Envase y el Embalaje, pero redimensionado a una realidad y a unas necesidades. Lo que había era algo desproporcionado y no demandado por las empresas. Ante los riesgos y los condicionantes establecidos en los protocolos de contratación con el Gobierno de España, vamos a estudiarlo y a ponerlo en su sitio. Haremos un proyecto en Calahorra, adecuado a las necesidades del sector. Eso seguirá, pero dimensionado con la realidad.

¿Se ha dado orden al estudio de arquitectos que ganó el concurso del edificio de ese Centro del Envase para que siga adelante con el proyecto?

Estamos en contacto con todos los técnicos, pero no pueden seguir adelanto si estoy diciendo que lo vamos a redimensionar. Y estamos trabajando también con el Gobierno central y hay cuatro ministerios que intervienen.

El presidente Capellán contó que el Gobierno anterior compró maquinaria muy costosas para ese Centro del Envase aún inexistente. ¿Las auditorías han desvelado más sorpresas?

Lo que hay es ratificación de las advertencias de técnicos internos del Gobierno y de la ADER sobre cómo se estaba haciendo la operación.

¿No son aprovechables ninguno de los cuatro proyectos tractores del anterior Gobierno?

La Ciudad del Envase se concibió como un proyecto megalómano, alejado de las necesidades del sector. Yo no tiraré por la borda lo que esté bien hecho, pero no avanzaré por un territorio que ponga en peligro la estabilidad financiera de cualquier departamento del Gobierno; y eso es lo que podía suceder con ese proyecto tal y como estaba diseñado.

¿Mantendrán la Fundación del Envase y el Embalaje?

Estamos en ese periodo de análisis de dónde la dejaremos. Ya dijimos al principio de legislatura que eliminaremos todo gasto innecesario, reduciremos estructuras innecesarias y si esta es una de ellas, también se tendrá que reducir. Hay que buscar estructuras eficientes, no algo simplemente para colocar personas.

¿Reconsiderar los proyectos del Ejecutivo Andreu no pone en riesgo los fondos europeos?

Me gusta ser optimista y la capacidad de negociación de este Gobierno está en línea de utilizar todo lo que se pueda, pero el riesgo siempre existe si la otra parte no se pone en disposición de llegar a acuerdo sobre los condiciones establecidas en los proyectos iniciales. Pero no creo que al Gobierno de España ni, por supuesto, al de La Rioja le interese perder ningún tipo de presupuesto. Confío en la buena disposición del nuevo Gobierno que se constituirá ahora para reconducir todo esto.  

¿La economía riojana tiene en el vino, que no atraviesa por un buen momento, la agroalimentación y la industria sus puntales. ¿Hay que buscar nuevos nichos para crecer?

Lo que hay que hacer es no dejar de lado a ningún sector, siempre que haya proyectos para seguir creciendo. Me acabo de reunir con el sector del calzado, que tiene una capacidad manufacturera líder a nivel europeo y que se ha sentido muy abandonado en la legislatura pasada. Y lo mismo estoy haciendo con el resto. 

¿Hay otros reclamos para la inversión además del suelo industrial?

Estamos diseñando los planes de ayuda y fomento del emprendimiento y el trabajo autónomo y al establecimiento de proyectos de una determinada naturaleza. Con la refundación de ADER se establecerá una ventanilla única de análisis y atención a nuevos proyectos. Primero, iremos a buscar proyectos, con las bondades de esta pequeña gran región y les pondremos todas las facilidades para que puedan implantarse.

El tren de alta velocidad tardará décadas en llegar y tampoco hay previsión de que las 'autopistas ferroviarias' pasen por La Rioja ¿Lastrará ese déficit en el transporte ferroviario la competitividad de la región?

Sería de tontos decir que no; por eso hay que luchar para conseguir avances. Lo que estamos haciendo es accionar todos los mecanismos que podamos, porque tenemos poco margen en competencias de esas infraestructuras. Tenemos que pelear para que se complete la vertebración de la autopista y hemos pedido al Gobierno de España que dote a La Rioja de tres o cuatro frecuencias más, porque aunque esos viajes fueran deficitarios siempre serán más baratos que construir de urgencia un kilómetro de vías. 

¿El aeropuerto tiene potencial para carga u otros usos empresariales, más allá del vuelo a Madrid?

Sobre el aeropuerto, como con otras cosas, se hacen lluvias de ideas sobre cómo hacerlo rentable. Aunque no lo sea, es un elemento más de atracción de visitantes y de empresarios y que tengan la posibilidad de ir y venir en el día. 

Los parques eólicos y fotovoltaicos suscitan contestación social en algunos puntos por el impacto en el paisaje. ¿Necesita La Rioja seguir autorizando instalaciones de este tipo?

La necesidad o no va en función de cómo evolucionen las políticas europeas que empujan hacia la disminución de las emisiones de CO2. Pero este Gobierno tiene claro que el paisaje es algo capital que tenemos que proteger. Aunque somos ya un territorio muy protegido, estamos trabajando ya en una ley de protección del paisaje y no pondremos en riesgo elementos del sustento de la región, como son las viñas o las rutas visitables, por proyectos que puedan tener otra alternativa, manteniendo el equilibrio con el ecosistema.

El viernes fallecía otra persona en el trabajo y 2023 es ya un pésimo año en siniestralidad laboral. ¿Qué está fallando?

Estamos analizándolo, porque nos preocupa mucho este asunto. Hemos dotado de presupuesto para políticas efectivas de prevención y concienciación, pero también hay una parte sancionadora y de control y vigilancia por parte de nuestros técnicos que no se cuantifica, pero ahí está. Es una de las políticas que vamos a desarrollar con sindicatos y patronal en la Mesa de Diálogo, que ya se han reunido un par de veces.