Baja producción y precios altos en la campaña de la cereza

Gustavo Basurto
-

Los altos niveles de humedad han provocado en muchos árboles el cuajado en falso del fruto. La recogida se encuentra estos días en pleno apogeo

Un trabajador recoge cereza en una finca junto al Camino Viejo de Alberite. - Foto: Ingrid Fernández

La recogida de la cereza está en pleno apogeo. La tónica general es de una menor producción, sobre todo por el exceso de lluvia, un factor que congenia mal con esta fruta, y de precios altos, en parte por los cuantiosos daños sufridos por otras regiones, como Aragón y Cataluña.

«Este año con tanta lluvia, la cereza ha cuajado en falso y muchas se han quedado pequeñas y al final se caen, por lo que la cosecha se me va a quedar corta en kilos», explica Manolo Ramírez, un fruticultor del Valle del Iregua, que está metido de lleno estos días en la campaña de recogida, ayudado por una cuadrilla multiétnica, en la que hay desde un joven inglés a un maliense y paquistaníes. 

El problema de exceso de humedad ha afectado a prácticamente toda España, lo que deja una campaña de poca producción y precios altos. En la explotación de Manolo, esa sobreabundacia de lluvia afectó tan negativamente al cuajado de un de las variedades de cereza, que fue preciso tirar toda la partida.

Además de cereza, Manolo Ramírez produce en su explotación junto al Camino Viejo de Alberite, a caballo entre Logroño y Lardero, nectarina, melocotón, paraguayo, pera y manzana. En el caso de la cereza, su producción abarca una hectárea, con 11 variedades, de la que suelen salir unos 10.000 kilos de fruta. Este año casi se conforma con recolectar 6.000. En melocotón y nectarina no se aprecia merma, y la pera, a diferencia de lo que ocurre en otras zonas, tampoco bajará demasiado su producción. Para la manzana, tampoco será un buen año.

Su caso es singular, ya que además de cultivar la fruta la comercializa directamente en una tienda justo enfrente de sus finca, y en donde se vende en torno al 60% de la producción. En este punto de venta se ofrece a la clientela la fruta de temporada y lo que se va recogiendo «al día» porque este fruticultor del Valle del Iregua no tiene cámaras frigoríficas. 

El abanico de precios oscila, pero este año el preciado fruto rojo alcanza en algunas tiendas los 9 euros por kilo y hay almacenistas que las pagan a 7 euros. En el caso de Ramírez, el kilo de cerezas recién cogidas y a escasos metros del árbol sale por 3 euros el kilo.