La inseguridad merma los taxis de Logroño cada fin de semana

R. Muro
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La Asociación en La Rioja denuncia que cada madrugada «hay menos taxistas que trabajan por evitar problemas» y «los que hay no pueden asumir» la demanda. Han trasladado el problema al Consistorio

Los taxis llenan la parada de la estación de autobuses de día y queda desolada cada fin de semana de madrugada - Foto: Ingrid

Una semana antes de la pasada Semana Santa, un taxista se detiene    para cumplir con el semáforo del número 31 de la calle Marqués de Murrieta. Es un domingo de madrugada. Un turismo llega por detrás, le embiste y se da a la fuga colisionando con otros dos vehículos que permanecían estacionados. Fue detenido minutos después en Club Deportivo por agentes de la Policía Local. El taxista pasó diez diez días con collarín, sin poder trabajar y, por supuesto, sin ingresos.

El ocio nocturno amenaza al sector del taxi, o más bien, la «inseguridad» que se genera en la madrugada de cada fin de semana en la capital riojana. Los usuarios sufren las dificultades para encontrar vehículos de servicio público y como confirma Roberto López, presidente de la Asociación de Taxis de La Rioja, «cada vez habrá menos».  

El problema se focaliza fundamentalmente a partir de las 5.30 horas de la madrugada de cada domingo. A esa hora concluye el servicio de autobús conocido como Búho y hasta las 9 horas no empieza el Metropolitano. Ya a las 6 de la madrugada del sábado al domingo, «salen de las discotecas del centro de Logroño entre 1.000 y 1.500 personas». Un tumulto de gente imposible de asumir por los alrededor de 60 taxistas que optan por cubrir el turno de noche. Un número que «cada día va a menos». 

El principal motivo es la «inseguridad. Hay gente que entre semana desarrolla su trabajo con normalidad pero cuando bebe se transforma. Más aún con los que van de drogas», detalla Roberto López.

No hará ni un año, recuerda el presidente de los taxistas, «un compañero fue a cubrir una llamada» a una conocida discoteca de la calle Vitoria. En las inmediaciones ya de donde fue requerido, una patrulla de Policía le dio el alto para preguntarle a dónde se dirigía. Tras indicar su destino, «el agente le recomendó no continuar por la calle Vitoria ni por Fundición». El propio policía le aseguró que «casi no entramos ahí ni nosotros». 

La situación que se repite cada domingo de madrugada en la capital riojana fue trasladada a la anterior corporación municipal del Ayuntamiento comandada por Hermoso de Mendoza y ha sido puesta en conocimiento del actual equipo de Conrado Escobar. «Pero de momento, continúa sin haber soluciones», concreta López. De hecho, en una situación similar se encuentra también la concesionaria del servicio Búho que «no encuentra conductores que quieran desarrollar el servicio nocturno» ante los mismos problemas que sufrimos los taxistas. En mi caso, «mi familia me pidió hace ya años que dejara de trabajar por la noche», relata Roberto López.