Larrazabal toma el bastón de mando

Gonzalo Ortega
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Disciplina, cercanía o intensidad fueron algunos de los conceptos más destacados en su presentación oficial como nuevo entrenador de la Sociedad Deportiva Logroñés

Aitor Larrazabal, en su presentación oficial como entrenador de la SD Logroñés. - Foto: Ingrid

Ayer comenzó una nueva etapa en el banquillo Sociedad Deportiva Logroñés. La novena, para ser más precisos. Aitor Larrazabal (Loiu, 1971) dirigió en Pradoviejo al principio de la mañana su primer entrenamiento como entrenador de la primera plantilla de la entidad... y horas después, terminó la ajetreada sesión matinal con el protocolario acto de su presentación oficial como entrenador blanquirrojo, aunque ya se hubiera estrenado en sus funciones en el cargo.

En esa presentación pudo conocerse un poco más de cerca al nuevo técnico bilbaíno y las ideas que va a tratar de trasladar al terreno de juego con los que, desde ayer, son sus jugadores. Desde el principio, admitió que trabaja en conocer de una más cerca a los futbolistas y en intentar que rápidamente comprendan la idea que tienen «para que nos vayan conociendo». «Yo ya he estado en situaciones de cambio de entrenador y los jugadores tienen que amoldarse a todo ello», apuntaló.

Esa idea, más que un utópico concepto, detalló que se compone de un propósito de quere hacer daño y ser protagonista con balón, presionar en campo rival y tener la posibilidad de ser «muy intensos», dado que eso es lo que marca la diferencia.

«Creo que la SD Logroñés ha sido un equipo irregular, capaz de ganar partidos que se le han escapado en una categoría donde la igualdad es un facotr determinante y pequeños detalles decantan la balanza a un lado u otro», añadió Larrazabal, quien está convencido de tiene jugadores capaces de ofrecer un muy buen nivel en Primera RFEF, de manera que su finalidad sea la de conjuntar al equipo cuanto antes paraque, a todo el buen tratao que tienen con el balón y con sus principios técnicos, le sumen su táctica, disciplina e intensidad «que necesitamos para obtener un rendimiento alto y satisfactorio».

En cuanto a posibles refuerzos invernales, Larrazabal tiene claro que «tenemos que ver qué posibilidades hay, pero si la plantilla puede mejorarse siempre y cuando se pueda, adelante». Por último, cuestionado por si la situación actual «pesa» sobre la plantilla, reconoció que «evidentemente, el fútbol se juega con la cabeza». «Cuando hay situaciones que no agradan al colectivo, uno no demuestra todo lo que tiene». Por ello, su objetivo en este aspecto es «liberar a los jugadores de ese posible bloqueo» y solventar así esta situación.