Las Cepas culmina su llegada a Ribera

R. Muro
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La bodega de Rioja trabaja ya las primeras 45 hectáreas de su propiedad con la previsión de comprar otras cien antes de 2025. También prevé cerrar la adquisición de unas instalaciones en San Esteban

Los responsables de Las Cepas, junto a uno de sus viñedos en Rioja - Foto: El Día

No todo es Rioja, aunque sea mucho. La estrategia de la diversificación o la búsqueda de nuevos mercados y oportunidades han llevado a bodegas de Rioja a materializar su apuesta por la vecina Denominación de Origen Ribera del Duero. Bodegas Las Cepas, con viñedos e instalaciones propias en las localidades riojanas de Aldeanueva de Ebro y Uruñuela es quizá la última en concretar esa apuesta que lleva a firmas de origen riojano a otras zonas vinícolas. El proyecto nació al amparo de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja y se encuentra actualmente inmersa también en tierras de Soria, en concreto a la pedanía de Rejas de San Esteban donde también se encuentra otra gran conocida de la DOCa como es Ontañón presente actualmente en Aldeanueva de Ebro y en la capital riojana.

Alberto Ramírez, máximo representante de Las Cepas riega «mediante cisterna» estos días las primeras cuarenta hectáreas adquiridas en Ribera. Un terreno que prevé ampliar «con la compra de otras 70 hectáreas el año que viene y otras 25 ya en 2025». 

El próximo paso «es hacerse con la propiedad de alguna bodega en la que desarrollar la vinificación en un plazo de dos años» y salir ya al mercado con un Ribera ecológico, como los que elabora en Rioja. 

La Denominación anclada en tierras de Castilla ofrece a juicio de Ramírez varias bondades que, en su caso, se concentran en los parajes sorianos de San Esteban. Por un lado, la altitud ronda los 950 metros en espacios libres de enfermedades. A ello se suma que «esta zona de San Esteban ofrece mucho contraste de temperatura entre el día y la noche, algo que es muy buena para la uva». Y por añadir alguna bondad más, Ribera tiene tirón. 

Cune también reforzó su presencia en la denominación castellana justo antes de la pandemia con una inversión de dos millones en lo que denominó Bodegas Bela, en esta ocasión, situada en la localidad burgalesa de Villalba de Duero. En el mismo año hizo lo propio Marqués de Cáceres, con la adquisición de sesenta hectáreas y una bodega en la Ribera burgalesa.

otros proyectos. Bodegas Riojanas, por su parte, culminó en 2022 su particular apuesta en  Santa Cruz de la Salceda y Vadocondes trasladando a los mercados la marca Alacer. 

Marqués del Atrio, grupo bodeguero de la familia Rivero y una de las referencias en Rioja, anunció en 2020 su desembarco en Ribera con la elaboración de su propio vino, Valderivero.

Las bodegas Roda, de Haro, presentó hace apenas tres meses su nuevo proyecto en tierras burgalesas de la mano de bodegas La Horra. El acto celebrado con motivo del inicio de las obras dejó patente, en boca del presidente del Grupo Roda, la estrategia seguida por la compañía para la diversificación empresarial. Eso, y la apuesta por por la variedad tempranillo, tan presente en ambas zonas vinícolas. La inversión estimada asciende a 9,5 millones de euros en unas instalaciones de referencia y que basan su arquitectura en criterios de sostenibilidad y eficiencia.

Y también hicieron lo propio las reconocidas bodegas riojanas de Ramón Bilbao y Zuazu Gastón, ésta última anclada en la DOCa Rioja, en la localidad alavesa de Oyón. 

Como confirma Ramírez, «son muchas las bodegas de Rioja que han visto una buena apuesta en Ribera», como él mismo y su expansión de Las Cepas.