Aresol y Arenzana Prefabricados. La operación de compra de la segunda por parte de la primera ha deparado el 'rescate' de un negocio tradicional gracias a una compañía de energías renovables para la que la adquisición supone «la entrada en un mercado nuevo, la diversificación  de negocio y la capacidad de encontrar sinergias». 

Alberto Romero, CEO de Aresol, confirmó ayer a este periódico la  compra de Prefabricados Arenzana, dedicada a la fabricación y suministro de productos de hormigón y ubicada en el polígono Cantabria y que entró en proceso concursal hace tres años. Tan solo uno antes, en 2019, la que fuera consejera de  Desarrollo Económico y actual concejal del Ayuntamiento de Logroño, Leonor González Menorca, giraba una visita a la empresa para conocer el proceso de producción de uno de sus proyectos más relevantes, una canalización subterránea bajo el río Garona en Burdeos. En el fatídico 2020, incluso antes del estallido del covid, el sector de la industria del prefabricado de hormigón ya mostraba su preocupado por la ralentización de la actividad y el repunte de la morosidad, una situación a la que el coronavirus no hizo sino poner la puntilla, y que afectó a la firma riojana.

«Nuestra visión de Arenzana es la de una empresa histórica y referente  en su mercado, que ha pasado por momentos muy complicados pero que  gracias al esfuerzo de sus empleados ha podido sobreponerse», señalaba ayer el nuevo responsable de la compañía, que explicaba que otro de los fines perseguidos por Aresol con la compra es encontrar sinergias con las energías renovables.

Por y para el empleo. Romero asegura que es el compromiso de Aresol salvaguardar el empleo de los alrededor de 30 trabajadores cuyo esfuerzo ha servido para garantizar la supervivencia de una empresa en liquidación que ha pasado a ser propiedad de una firma solvente y cuyo objetivo es recuperar el negocio del que ha gozado Arenzana históricamente.

«Podemos aportar capacidad  de gestión y de financiación», asegura el CEO de Aresol, cuya actuación ha satisfecho también a la plantilla.

Así lo confirma Javier García, responsable de Construcción de Comisiones Obreras, que cuenta que la operación de compraventa contempla la subrogación de todos los trabajadores, que conservarán su antigüedad en la nómina que ya paga el grupo Aresol. «Están trabajando con normalidad y con los salarios al día», confirma García, que informa de que, salvo las jubilaciones por cuestión de edad, se mantienen todos los activos.

El secretario general del área de Construcción de Comisiones adelanta que las inversiones que la nueva propiedad tiene previsto realizar los dos próximos años, que todavía no se han concretado, abrirá nuevas líneas de negocio.

«Tienen una importante carga de trabajo» , confirma el sindicalista que apunta que los antiguos propietarios de la firma permanecen en la compañía.

Aresol, nacida hace 36 años, es una empresa líder en energías renovables con presencia en seis países y tres continentes. Ha realizado 3.463 proyectos que ahorran 150.000 de toneladas de C02 al año.

Arenzana Prefabricados era una empresa familiar fundada en Nájera en 1932 y dedicada a la fabricación de tubos prefabricados de hormigón armado y que estaba considerada como líder del sector como fabricante español de tubos de hinca para túneles. Contaba en 2019 con una facturación de 4,6 millones y exportaba a varios países.