El CIBIR combate el cáncer con centros de México y Cuba

David Hernando Rioja
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Este centro riojano ha enseñado como realizar técnicas relacionadas con la angiogénesis y su experiencia en el desarrollo de ensayos clínicos

Alfredo Martínez trabaja en el laboratorio del CIBIR - Foto: Óscar Solorzano

Tres centros de investigación de tres países distintos, España, México y Cuba, han unido sus fuerzas para colaborar en el diseño y la fabricación de vacunas contra los diferentes tipos de cáncer.

En concreto, el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) colabora con el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, ubicado en Baja California, México, (CICESE), y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB).

El investigador principal de la Unidad de Angiogénesis del CIBIR, Alfredo Martínez, cuenta que el CICESE planteó un reto, ya que tienen muchas tecnologías y métodos punteros contra el cáncer pero «necesitan ayuda para llevarlas a la parte clínica, es decir, conseguir determinados grados de maduración tecnológica (TRL)».

Por ese motivo, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB) y el CIBIR «nos ofrecimos». «El CIGB  tiene mucha experiencia en el desarrollo de vacunas que ya han llegado al mercado y el CIBIR ha hecho ensayos clínicos con algunas de las técnicas que se han desarrollado en el laboratorio», detalla.

Este proyecto tendrá una duración de nueve meses. Empezó en septiembre y se prolongará hasta el mes de mayo. Su objetivo final, destaca, es que el CICESE pueda aumentar su capacidad tecnológica, además de que «exista una relación entre todos para aprender lo que hacen los demás, que también es muy interesante».

Subraya el buen trabajo que realizan los investigadores que están en México, «quienes hacen cosas espectaculares, como anticuerpos de tiburones o camellos». Estos anticuerpos, describe, son «muy primitivos» pero «son distintos a los anticuerpos de los mamíferos porque son más pequeñitos».

En ese sentido, explica que si se produce un anticuerpo en tiburones frente a una molécula que promueve el cáncer, «ese anticuerpo lo puedes poner en personas y no les produce una reacción inmune».

El CIBIR también ha aportado su grano de arena en esta triple colaboración. Martínez cuenta que han realizado una serie de técnicas relacionadas con la angiogénesis. «Hemos diseñado una tecnología para medir la angiogénesis en modelos animales que consisten en unos tubos de silicona, con una matriz dentro de ellos, que puede llevar distintas sustancias», explica. 

Estos tubos, señala, se ponen debajo de la piel de los ratones para luego medir la cantidad de angiogénisis que se ha formado dentro del tubo. Esta técnica, añade, tiene la ventaja de que «es muy reproducible con muy poca dispersión de los datos y permite hacer estudios en vivo de forma rápida».

Además, Martínez destaca que los investigadores del CIBIR han trasladado a estas entidades de México y Cuba su experiencia a la hora de desarrollar ensayos clínicos, saber como se hacen, como se plantean, como se consigue la aprobación, como lidias con el hospital o como se hace el análisis de los datos, entre otros.