'Los Gil de cine', preludio del Festival Octubre Corto

El Día
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El Centro Fundación Caja Rioja Arnedo acoge desde hoy y hasta el 28 de octubre esta muestra centrada en estos hermanos arnedanos

El Centro Fundación Caja Rioja de Arnedo acoge la exposición 'Los Gil de Cine', dentro del festival Octubre Corto. - Foto: Octubre Corto

El Centro Fundación Caja Rioja Arnedo acoge desde hoy martes, la presentación de la exposición "Los Gil de cine. Santiago, Eduardo-Teófilo y Eduardo Gil de Muro". La exposición, incluida en las actividades organizadas con motivo del Festival Octubre Corto, puede visitarse hasta el 28 de octubre, de lunes a sábado, de 18 a 21 horas.

La muestra se ha presentado esta mañana con la participación del gerente de Fundación Caja Rioja, Carlos Fuentes; la vicealcaldesa de Arnedo, Rosa Herce; el coordinador del proyecto, Bernardo Sánchez, y el responsable de la producción de la muestra, Chechu León.

Esta exposición recoge una selección de programas de las sesiones y actividades de muchos de ellos: de los riojanos, un incunable, y también programas del arnedano Cineclub Sendero, de los nacionales y hasta de alguno extranjero, puesto que Eduardo Teófilo fue destinado a América del Sur y allí participó en la creación y programación de varios Cine-Clubs.

Es el caso del Cine-Club de Uruguay -del que se puede ver una muestra de sus programas en esta expo-, y del FAX, también en Montevideo; ciudad en la que residió entre 1957 y 1961, y luego del Luminaria, en La Paz, Bolivia, del que Eduardo Teófilo fuera uno de los fundadores durante su estancia entre 1961 y 1965. Llegó a ser Secretario de la Federación Uruguaya de Cine-Clubs.

Los Gil de Muro Quiñones. Hermanos, arnedanos y, no en vano, hijos de un acomodador del Teatro-Cine Cervantes. Citar sus nombres es evocar una trinidad de emisarios de la buena nueva del cine, en todo su humanismo, complejidad, belleza, reflexión y cultura.

A su vocación sacerdotal unieron la del cine, que pronto pasaría a ser para ellos, a lo largo del transcurso diverso de sus vidas, una forma de mirar y pensar. Pero además, también de comunicación, espectacular a la vez que introspectiva. Es decir, de autoconocimiento.

El marco teórico que la Iglesia prestó al cine desde los años 30 hasta el concepto de "Film Ideal", de finales de los 50, fue en el que los fraternos encajaron su actividad múltiple de divulgación del universo cinematográfico: un magisterio ejercido desde la más absoluta libertad, sin tutelaje alguno, y que logró transferir a generaciones de espectadores riojanos, a través de los Cine-Clubs, ciclos y cursillos, un mismo grado de libertad en la visión del cine.

A su faceta de programadores y formadores hay que añadir las de espectadores convictos, irreductibles, del cine, algo que ellos incorporaron como una forma de vida. Y su "apostolado", digamos, cinematográfico se desarrolló a lo largo de varias décadas que fueron de transición en muchos sentidos, ante lo que ellos mostraron una capacidad de adaptación admirable. Sin prejuicios y con la mirada muy abierta.

Pero además del cine recordamos su presencia, su personalidad, su voz y su humor. Su humor era muy importante, en público y en la distancia corta. Esta Exposición pretende ser un tributo a su memoria y una muestra de agradecimiento. Y una celebración de las películas que nos dieron a ver. Y a pensar.

Santiago Gil de Muro (1923-2021), sacerdote diocesano. Delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño. Profesor del Seminario logroñés y de la Escuela de Magisterio, Enfermería y Comercio (hoy Universidad de La Rioja). Director del semanario Pueblo de Dios y colaborador radiofónico en la COPE Rioja. Es autor del libro Los cine-clubs riojanos, décadas de luz (1997).

Santiago fue la proa de numerosas campañas de iniciación al cine, a su lenguaje, historia y temáticas, y dinamizador de algunos de los más recordados Cine-Clubs riojanos (baste citar el Cantabria, el Pío XII o el Lumière). Y una referencia en el panorama cine-clubista nacional. Incansable espectador, bien en las salas, en festivales (de Gijón a San Sebastián) o en su casa, veía una película casi cada día. Y no dejó nunca de recopilar, leer y ordenar toda la información, incluida la más actual, que sobre películas y realizadores llegaba a sus manos.

Eduardo Gil de Muro (1941-2007), activista en todos los campos de la divulgación y animación cinematográfica en La Rioja. Técnico de Comunicación en Cáritas Diocesana. Autor del libro De los valores del cine al cine de los valores (2006).

Fue comentarista de cine de la Revista de Voluntariado Social, en la que se ocupó de la sección "Crítica de cine solidario". En El Péndulo del Milenio publicó en 2001 un estudio sobre Carlos Saura, uno de sus directores favoritos.

Bernardo Sánchez, en su artículo "Hondo" (2007), definió a Eduardo con las siguientes palabras: "pertenecía a una generación de espectadores dotados de un músculo sin recambio posible. Su grado de exigencia y de autoexigencia era agudo, tanto como el gozo íntimo que le producía aquella película que le ahondaba. Y fueron muchas. Y cada vez era -así se traslucía en su testimonio oral o escrito- una epifanía. El cine era un vademécum para Eduardo, y su fórum una
extensión natural de la emoción".

Eduardo Teófilo Gil de Muro (1927-2012), saccerdote y carmelita, profesor, crítico de cine, escritor de más de 70 libros y periodista. Después de formarse en Humanidades en su entorno familiar, se ordenó sacerdote en 1952 y ejerció su ministerio en varios destinos.

Destaca como muy fructífera su etapa latinoamericana, ya que entre 1957 y 1964, residió primero en Uruguay, país con una enorme cultura cinematográfica. Ahí fundó el Cine club Fax, que poco a poco fue aumentado en asistentes y en prestigio. En Montevideo fue donde tuvo los primeros contactos con el periodismo cinematográfico, pues fue invitado a uno de los canales de la televisión para hablar de La dolce vita de Fellini y obtuvo el galardón Vittorio de Sica.

Más tarde, en Bolivia, se convirtió en uno de los más respetados críticos de cine y fundó el Cine club Luminaria. De regreso a España, estudió Periodismo y trabajó como redactor de la agencia
Coprensa y en la revista Teleradio de TVE. En los años 80 se convirtió en director de programas religiosos de TVE como El día del Señor, Últimas preguntas y Pueblo de Dios.