Taquio Uzqueda

Desde mi tablero

Taquio Uzqueda


‘Polilla’ del vino

06/03/2024

Se les llama 'polillas' a los hijos de guardias civiles que cuando tienen edad para ello se incorporan al Benemérito Cuerpo. No está claro el porqué de este apodo, pero viene así desde el siglo XIX y lo que está claro es que conviven con la Guardia Civil desde que nacen. Yo podría decirse que soy un 'polilla' del mundo del vino. Mi padre fue mecánico ajustador montador de maquinaria vinícola, de unas de las empresas más importantes del sector, así que he oído historias de bodegas desde que nací.

Mi primer trabajo fue en la oficina técnica del taller donde él trabajaba, en Marrodán y Rezola, dibujando máquinas e instalaciones para bodegas. Después de ese trabajo pasé a una afamada imprenta cuyos principales clientes eran las bodegas. Y hasta mi jubilación, trabajé en dos empresas especializadas en packaging cuyos principales clientes eran también las bodegas de Rioja, Rivera de Duero, Cariñena y Somontano. El mundo del vino no me es ajeno, sobre todo, el de Rioja. Ahora parece que está un poco revuelto entre la movida con algunas de las pequeñas bodegas familiares y el tema de Rioja Alavesa. La verdad es que no hay nada nuevo bajo el sol. Han existido muchos vaivenes en el sector.

Pensemos que las primeras bodegas se remontan a mediados del siglo XIX, y que el Consejo Regulador de la Denominación Calificada Rioja en el próximo año 2025, cumple su centenario. Recuerdo las fluctuaciones en el precio de la uva, cómo pasa de pagarse a 65 pesetas el kilo a 375 pesetas y algunas parcelas algo más, en unos pocos años de diferencia. Y cómo vuelve a bajar otra vez, con lo que supone para cualquier producto una desestabilización de su mercado. Rioja es una de las más prestigiosas zonas vinícolas del mundo, que acoge a pequeñas bodegas con una producción de 300.000 botellas anuales con otras de 30.000.000 de botellas y a nadie se le escapa que las estrategias comerciales no pueden ser iguales. Pero sigamos el consejo de los antiguos: los trapos sucios se lavan en casa.