El director del Centro Ocupacional de Logroño, Rafael Elizegui, explica que este aumento de alumnos autistas en las aulas se puede observar también en otros países. «Hace unos años la tasa de prevalencia era de uno cada 150 personas, y ahora es de uno cada 75 o 100. Esta suponiendo un gran aumento», afirma.

Recuerda que hace 15 años, cuando empezaron los planes de atención más específicos a alumnos con TEA empezaron la primera aula de autismo especifica. «Pero la realidad te va pasando por encima y ya no hay un aula de autismo en Logroño, sino que en todos los colegios existe un plan de apoyo a todos los alumnos con este trastorno», destaca.

Explica que estas aulas no existen sino que se llaman Espacios inclusivos TEA. Señala que cualquier centro que tenga cuatro o excepcionalmente tres alumnos con TEA puede solicitar esos espacios inclusivos. «Desconozco si lo tienen todos los colegios, pero si no son todos, son bastantes. En todos los colegios hay alumnos con TEA», apunta.

Por otra parte, Elizegui informa que la manera de enseñar a estos alumnos con autismo es «hacerles una programación individualizada y una adaptación curricular». «El autismo es tan amplio  y tan diverso que cada alumno necesita su propia currículum individual», indica.

Detalla que existen alumnos que trabajan mejor con el lenguaje, otros sin él, y otros que lo hacen mejor mediante imágenes o apoyos de aplicaciones. 

Además, destaca la importancia de que los diferentes centros escolares contraten personal específico para que atiendan a estos alumnos.

Por otro lado, Elizegui habla de la labor que realiza ARPA Autismo Rioja, asociación en la que «se intenta dar los apoyos que necesita cada familia». Hay programas de atención temprana, apoyo educativo, apoyo de ocio adolescente, de residencia y de centro de día. También tratan de proporcionar apoyos a las familias.