Firmas de calzado ceden naves a Fal para que reanude actividad

Feli Agustín
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Firmas del sector ya han manifestado su voluntad de colaborar con los propietarios de la factoría incendiada, donde hay rescoldos, que trabajan «intensamente» para levantar el negocio cuanto antes

Miembros del comité de empresa junto a la nave incendiada de Fal. - Foto: Óscar Solorzano

Cual ave fénix, calzados Fal resurgirá de sus cenizas. La empresa arnedana, una de las principales del país en la fabricación de calzado de seguridad y de montaña, tiene la voluntad de extender en el tiempo uno de sus lemas, Más de 50 años caminando juntos, y ha anunciado su intención de ponerse a trabajar de inmediato para recuperar la capacidad productiva tras el devastador incendio acaecido en la madrugada del pasado viernes, que destrozó gran parte de sus instalaciones de Rioja Baja.

Así se lo han comunicado a sus alrededor de 125 trabajadores los propietarios, que señalan que las pérdidas en la empresa, fundada en 1965, son «considerables». Sin perjuicio de los daños y perjuicios  que este siniestro ha provocado sobre el global de su actividad, han informado de que están tomando las medidas necesarias  para recuperar  la  capacidad  productiva  lo  antes  posible.  «Estamos trabajando intensamente para poder dar servicio en muy breve espacio de tiempo», asegura la compañía, que ya ha comunicado a sus empleados su voluntad de contar con la totalidad de la plantilla al tratarse de su activo «más valioso».

La fabricantes de las conocidas chirucas ha transmitido su agradecimiento a bomberos, Protección Civil y a las autoridades «que han ayudado a que este incendio haya podido ser controlado y en el que afortunadamente no se han producido daños personales».

La firma, que produce unos 6.000 pares diarios, ha mandado un mensaje de «tranquilidad y esperanza» a empleados, clientes, proveedores y consumidores, conocedora de que en este camino no estará sola.

Otras empresas del sector ya han ofrecido a la compañía de calzado, que cuenta con tres líneas de producción y exporta a cerca de 50 países, el uso de sus instalaciones o maquinaria para que puedan arrancar su actividad lo ante posible.

Erte. La misma esperanza deben albergar los trabajadores, que desean acogerse a un Erte por causa de fuerza mayor, cuyos términos legales analizaron en profundidad en una asamblea que mantuvieron el mismo viernes.

Así lo cuenta Juan Pedro López, presidente del comité de empresa, que ha explicado que, al contrario de lo sucedido con el caso del covid, que fue una situación excepcional,  en este caso sí que consume el paro y se abonaría el 70% de la base de cotización de los últimos seis meses,  con un tope de entre 1.225 euros a los 1.575, en función si tienen o no hijos, «una merma muy importante», en algunos casos, la mitad del sueldo. No obstante, considera que es el mecanismo más adecuado para mantener todos los empleos y darle viabilidad a la empresa.

López, que recuerda que se trata de dos mercantiles, Chiruca y Fal Seguridad aunque trabajan en las mismas instalaciones, explica que posiblemente no serán todos los trabajadores los que tengan que acogerse al paro porque los activos de oficinas deberán contactar con proveedores o clientes para informarles de la situación que atraviesa la empresa tras el incendio, del que todavía hay rescoldos y donde siguen trabajando los bomberos del CEIS.

La oferta de otros empresarios de cederles los medios para que puedan reanudar su producción también aligerará la incorporación de operarios, que irán llegando al trabajo conforme se vaya acelerando la actividad.

«Parece que no van tener problemas, aunque de momento todo  está un poco en el aire», señala el presidente del comité de empresa, que resalta que «lo importante» es que la familia Abad, la propietaria, tiene la intención de darle continuidad al negocio.

Reconoce que «todo va a llevar un tiempo» porque hay asuntos importante que resolver, como la respuesta de las aseguradoras, y acometer las obras para volver a levantar las instalaciones.

El incendio en la empresa, instalada en el polígono El Raposal, se inició a las 02.16 horas del viernes y afectó a una nave de 14.000 metros cuadrados, calcinando maquinaria y materiales para la fabricación de calzado, muy inflamable, y que desprendía gases que obligaron al Ayuntamiento a aconsejar a los vecinos, sobre todo los más vulnerable, a permanecer en sus casas.

Esa misma mañana, el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, se desplazaba a Arnedo, donde mostró su apoyo a la fábrica de calzados de seguridad, montaña y caza, y se comprometió a estar «al lado de esta empresa, y con todos los trabajadores» y, coordinadamente con todas las administraciones, colaborar en la recuperación «para que sea lo antes posible». El Gobierno de La Rioja señaló ayer que va a esperar «hasta que la dirección de Fal decida qué va a hacer», con la posibilidad abierta de un Erte.

«Entonces, hasta que no transmitan ellos claramente su intención, el Gobierno no va comunicar nada, aunque se están valorando internamente las opciones mientras tanto», señaló.

«No es la primera vez que pasa en esta ciudad y entre todos, hemos colaborado y ayudado a salir adelante», dijo también el viernes el presidente, con el recuerdo de que se trata del cuarto siniestro de estas características que sufre una firma de calzado arnedana en una década.

Auxiliares. Los trabajadores Calzados Fal podrán acogerse a un expediente de regulación de empleo por causa de fuerza mayor, lo que les dará «al menos un colchón» pero en el caso de las empresas auxiliares las cosas no estén tan claras.

Juan Carlos Alfaro, responsable de Industria de UGT, ha incidido, en declaraciones a EFE en que «no es lo mismo que una empresa dedicara el 60 % de su producción a Fal, con lo que puede presentar un Erte por causas productivas, que una industria que les dedicara el 30 % de su trabajo. «Hay muchas cosas que analizar y luego esos Ertes se tendrán que aprobar o no, con lo que todavía es difícil tener claro qué va a ocurrir» pero «tememos que habrá empresas que lo pasen muy mal».

En la misma línea, Diego Belón, responsable del sector de Calzado en Comisiones Obreras, ha señalado que «vamos a tener que esperar un tiempo para ver cómo se suceden las cosas» porque «la realidad es que todavía sale humo de la fábrica y creo que ni han podido entrar a ver cómo sucedieron las cosas».