Un líquido más oro que nunca

Feli Agustín
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Almazara Riojana de Aldenanueva elabora ya el primer aceite del año

Javier Allo, de Almazara Riojana de Aldenanueva, con el primer aceite. - Foto: Ingrid

Recién iniciada la campaña de recogida de la oliva, la Almazara Riojana, empresa familiar de Aldeanueva, se dispone a vivir el periodo anual de mayor actividad. Ayer cosechaban en Alfaro la arbequina de Ecolive Rioja, de Charo León, en el inicio de una campaña en la que, de media, elaborará entre 80.000 y 10.000 toneladas diarias.

Con 140 hectáreas de olivos en propiedad de variedad arbequina, adquiere aceitunas de otros productores para añadir distintas clases a su oferta y suele recolectar 1,2 millones de kilos de aceituna, que se traducen entre 250.000 y 300.000 litros de aceite exclusivamente ecológico, que se destina casi en su integridad al mercado exterior, principalmente europeo, aunque Asia y Centroamérica también figuran en su horizonte.

El camino de la aceituna desde el campo a su conversión en oro líquido se inicia en   una cosecha mecanizada, cuya rapidez ayuda a preservar la calidad y aromas de la aceituna. Ya en la almazara, se deposita en la tolva de descarga, donde se procede al proceso de la limpieza de la aceituna, se pesa y almacena para ser elaborada. Una vez en las tolvas de almacenamiento, se tritura con hueso incluido, se realiza un proceso de batido para homogeneizar la pasta y se extrae el aceite. El siguiente paso es almacenarla en tanques de acero inoxidable -de entre 5.000 a 30.000 litros- a una temperatura constante durante un periodo que oscila entre 15 y 20 días para proceder después a su embotellamiento y consumo. El aceite de oliva virgen extra que produce se comercializa bajo las marcas Ecoleus, Oleus y Altex, que se distribuye en diferentes envases y capacidades, de plástico, vidrio u hojalata, según el destino del producto.

La campaña se generalizará en su almazara, que cumple 15 años, a partir del día 6, y se prolongará «en función de la climatología» hasta el puente de la Constitución, periodo en el que habrán recogido aceituna de toda La Rioja Baja -desde Agoncillo a Alfaro- y de la Ribera navarra.

Investigación. Javier Allo, que apuesta por la investigación, «la mejor manera de desarrollar el cultivo y el aceite», colabora en la actualidad en un proyecto de la Universidad de La Rioja.  El objetivo es tratar de determinar zonas que han sufrido daños, como plaga o falta de humedad u otros factores que influyen en la calidad de la aceituna y el aceite, a través de una fotosatélite.

Ofrece visitas a su trujal para dotar a los clientes de herramientas que les permitan distinguir aceites de calidad de los que no lo son para que el producto «sea coherente con el precio». Aunque señala que las condiciones geográficas y climáticas no son amistosas para el olivo en La Rioja, es esa dificultad la que depara un producto de una calidad «muy superior» a los territorios productores más óptimos para su desarrollo. Convencido de la calidad del aceite riojano, se encuentra inmerso en la recuperación de las variedades autóctonas, como la redondilla.