Miembros de la asociación Logroño en bici-Ecologistas en acción destacaron que estos aparcabicis son «buenos y beneficiosos» para Logroño, ya que «es una ciudad en la que no suele haber cuartos para aparcar las bicicletas en los edificios, a pesar de que es algo bastante necesario», precisó uno de estos miembros, Jean Baptiste Richard. 

Remarcó que son «bastante eficientes» porque permiten que los usuarios no tengan que estar subiendo y bajando sus bicicletas de sus propias viviendas, garajes o sótanos, entre otros lugares; además de que «la mayor parte de estos aparcabicis son pequeños, por lo que no ocupan mucho espacio».

También apuntó que estas estaciones cuentan con herramientas que «los usuarios pueden usar para realizar arreglos pequeños a las bicicletas» y una bomba de aire, por lo que «es un servicio cómodo». 

Seguridad. Por su parte, otro miembro de la asociación, Julio Romero, resaltó la seguridad que ofrecen estos aparcabicis, ya que «uno de los factores de disuasión mas importantes es el miedo al robo».

Estas estaciones, añadió, están pensadas para las personas que no tienen sitios para guardar las bicicletas y de esta manera, «animarles a usar este medio de transporte». 

A pesar de todo esto, lamentó que ciudades como Logroño tengan el 70% del espacio no edificado destinados a circular o almacenar vehículos a motor privados, mientras que «se intenta encajar todo lo demás en el 30% restante».

A su vez, Romero reivindicó que Logroño en Bici-Ecologistas en acción está en contra de que se enfoquen los temas relacionados con la movilidad desde el conflicto, ya que «ya que se busca enfrentar a unos colectivos con otros».