Las bajas médicas se han disparado en nuestro país después de la pandemia, una «preocupación» que ya han contemplado empresarios y sindicatos en el último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
De esta tendencia no escapa La Rioja, donde también han alcanzado registros históricos, y el año pasado el número de bajas médicas tramitadas por enfermedad común fue de 7.373, el más elevado desde que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ofrece registros, lo que supone una subida del 27% sobre los 5.416 del año 2021.
El número de permisos médicos no han hecho sino crecer desde la pandemia, y las bajas de 2021 casi duplicaron las contabilizadas en 2019, que fueron 3.323 (un 45% más). Si bien es cierto que la afiliación ha experimentado también un importante crecimiento, no corre paralela al incremento de las bajas laborales. Así, al cierre de 2022, había en La Rioja 133.865 cotizantes a la Seguridad Social frente a los 132.561, esto es un 1% más que al final de 2021; mientras que es un 1,7% superior a los 130.318 de 2019.
De igual manera, el resto de los indicadores constatan una evolución alcista desde 2019 y,así, el número total de días de las bajas de procesos cerrados en 2022 fue de 241.000 frente a los 140.000 de 2019, un 42% más;la incidencia mensual por cada 1.000 habitantes protegidos era del 16,8% el año precovid para ascender a 30 el pasado ejercicio.
Según los datos recabados por el Observatorio de Contingencias Comunes de 2022, elaborado por Asepeyo, la duración media de los procesos de baja el año pasado fue de 33,3 días, una de las más bajas del país, y la mitad que en Extremadura, donde alcanza la cifra más elevada, 66,1 días, para una media del país de 37,7 días. Según el mismo informe, la patología psiquiátrica es la de mayor prevalencia, tanto en incidencia como en número de días de ausencia laboral.
Son las bajas la principal causa del absentismo laboral y el XII Informe sobre Empresa Saludable y Gestión del Absentismo, que publica Adecco, eleva lo eleva al 6,8% de media para todo 2022, el segundo dato más alto de la serie histórica, solo superado por el 7,1% de 2020. Esta cifra ha disminuido en el primer trimestre del año hasta al 6,5%, que fue del 6% en La Rioja, tras un importante descenso interanual de un punto.
Opiniones contrapuestas. El presidente de la Federación de Empresas (FER), Jaime García Calzada, constata una reducción del absentismo en España, pero lamenta que es «muy leve», por lo que argumenta que sigue siendo un problema muy grave para la actividad de empresas y autónomos.
«Creo que España no se puede permitir el lujo de tener una pérdida tan importante de jornadas y de horas laborales, porque esto va en perjuicio de la actividad empresarial y de su competitividad», opina el jefe de la patronal, que destaca que afecta todavía en mayor manera a aquellas empresas de reducido tamaño, «donde es mucho más difícil sustituir a las personas».
Apunta que el elevado absentismo es un lastre importante para la productividad. «España tiene el índice de productividad más bajo de Europa y el absentismo laboral provoca esa pérdida de competitividad de nuestras empresas», reflexiona García Calzada, que opina que es necesario insistir todo lo necesario para que este «elevado» porcentaje de jornadas perdidas y horas de trabajo pueda reducirse al máximo y «no provoque semejantes daños a nuestra actividad económica y empresarial».
Otro punto distinto ofrece Jesús Izquierdo, secretario general de UGT, que discrepa de la manera en la que se computa el absentismo laboral, que contempla las bajas justificadas, por enfermedad u otras causas, e «incluso» los permisos sindicales, variables que, entiende, no deberían contemplarse en dicho capítulo. Reitera que el absentismo laboral riojano, que ha bajado en un punto según el informe de Adecco, se debe a permisos de los trabajadores, bien por bajas o cuidado de un familiar. No obstante, reconoce el aumento de las bajas en los últimos años, una circunstancia que atribuye a la pandemia, por lo que augura un descenso.