La marcha verde

Feli Agustín
-

Enfundados en chalecos de seguridad, este movimiento, que funcionó ayer con métodos asamblearios, enfiló hacia el centro. Querían ver Arraiz, a quien le costó recibirlos;y a Capellán, que a primera hora eludió referirse al asunto

Las pancartas con mensajes reivindicativos estuvieron presentes en la marcha agraria. - Foto: Ingrid

Desde las 9 de la mañana ya se  oían los cláxones de los tractores sonando por la Gran Vía, marcando el prólogo de lo que iba a ser una intensa jornada enLogroño. La cita era a las 9 y media en el entorno del Palacio de Deportes -hasta donde se desplazó el presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro-  desde donde iban a partir, mayoritariamente andando, hacia el centro de la capital, donde se encuentran los principales centros de poder regionales.

La marcha a pie la cerraba un grupo de tractores y con uno de ellos se vivió el mayor momento de tensión de la jornada, que transcurrió después de manera pacífica. Los agricultores y ganaderos les abrieron un pasillo en el último tramo de República Argentina hasta llegar a Gran Vía, donde se les unieron profesionales de Rioja Alavesa y de los municipios vecinos de Navarra. Fue en El Espolón, una hora más tarde de los previsto, sobre las 12.30, donde María Gutiérrez, agricultora de Corera, subida a un remolque y gracias a un  megáfono, leyó el manifiesto con 20 puntos reivindicativos. María fue también la encargada- junto a otros compañeros- de reunirse con la delegada, un intento que resultó infructuoso. «Hemos presentado la solicitud y ya nos avisarán con la cita», explicó subida al remolque, lo que provocó el gran enfado de los congregados, entre los que se encontraban numerosos alcaldes de diverso color político.  El Palacete fue su próximo objetivo porque el presidente del Gobierno, Gonzalo Capellán sí se había comprometido a recibirlos. Y eso que a primera hora de la mañana -durante la presentación de la Guía de la Comunicación- evitó contestar hasta tres veces a cuestiones relacionadas con la movilización del campo.

Tras este breve encuentro, fueron de nuevo llamados a la Delegación, donde se les propuso una reunión a las seis de la tarde, con la condición de retirar los tractores aparcados en Vara de Rey y Muro de la Mata. «Que levante la mano quien no esté de acuerdo», se volvió a preguntar desde el remolque, a lo que la respuesta fue abrumadora. Finalmente, el encuentro se adelantó a las 15.30 -se produjo unos minutos antes- para lograr cerrar pacíficamente la jornada.