El 57% de los municipios españoles,  esto es 4.618 pueblos de los 8.131 que salpican la geografía del país, carecen de oficina bancaria, lo que dificulta a muchos de sus vecinos, particularmente a los de mayor edad, una relación fluida con las entidades que custodian su dinero. En el caso de La Rioja, este déficit es aún más acusado y en 126 localidades, el 72,8% de los  núcleos de población, no tienen sucursal.

La digitalización y, particularmente la concentración bancaria, que se extendió a partir de la gran crisis de 2008 han sido las principales causas del adelgazamiento de un sector que ha recortado su red un 61,5% en 15 años, desde las 46.065 oficinas hasta las 17.735 del año pasado. 

En esta comunidad, las cosas han marchado de forma similar y ha pasado de disponer 497 a finales de 2008 a menos del la mitad el año pasado; en concreto, 211, según los últimos datos publicados por el Banco de España, después de perder cinco el año pasado. Fueron cuatro pueblos los que se quedaron sin atención presencial, Anguiano, Berceo, Tricio y Treviana, cierres que también afectaron a Logroño. No obstante, parece que la banca camina hacia cierta estabilización y fue el pasado el año en el que menos oficinas se clausuraron en la comunidad en l a última década.

Eran 425 en diciembre de hace diez años, y 280 a finales de 2019, justo el ejercicio previo al estallido del covid, cifra que bajó a 248 el año de la pandemia. Pero fue en 2021 uno de los ejercicios en los que más pérdidas se registraron, debido a la fusión de Caixabank y Bankia, entidad que integró a la antigua Cajarioja; desaparecieron 32 oficinas en una red ya de por sí disminuida;fueron cinco en 2022, que cerró con 211 sucursales. La Rioja se libró el año pasado de otro gran reajuste, consecuencia de la fusión de Unicaja con Liberbank, sin apenas presencia en esta región.

Líder. Esta reestructuración ha afectado de manera notable a los municipios de la llamada España Vacía, particularmente en la comunidad de Castilla y León, que presenta un dramático déficit;en todas las provincias, a excepción de León, más del 80% de los pueblos  carecen de sucursal, una situación que se agudiza en Palencia, donde llega a cerca del 92% de las localidades.

La Rioja, que presenta también uno de los niveles más elevados de ausencia de oficinas, es sin embargo, la comunidad española con más sucursales por habitante. Cruzando los datos del INE, cuyas últimas cifras señalan que esta comunidad cuenta con 319.796 habitantes, hay una oficina por cada 1.515 ciudadanos. En el lado contrario, se sitúa Canarias, que debe 'acumular'  3.683 vecinos para contar con una sucursal;por delante de la comunidad de Madrid, (3.482);Cataluña (3.369) y Comunidad Valenciana (3.055).

La buena posición que ocupa La Rioja no es óbice para que una comparación temporal constate la pérdida de oficinas;al cierre de 2012 sumaba 323.609 habitantes, que disponían de atención presencial en 425 sucursales; esto es una por cada 761 persona, ostentando también el liderazgo del país.

En esta comunidad operaban el año pasado 18 entidades financieras, de las que Ibercaja tenía 56 oficinas, 51 Caixabank, 24 Caja Rural de Navarra y 17 eran de Caja Rural de Aragón, estas dos últimas con importante presencia en el medio rural. Precisamente, Caixabank era la firma que sumaba más oficinas en España era CaixaBank, con 4.08, pese a haber recortado su número tras la integración con Bankia. Santander disponía de  1.913, y BBVA, 1.886; Ibercaja contaba con 894.