El Centro de Atención Sexual atiende113 casos de gente trans

David Hernando Rioja
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Los psicólogos de esta institución se ocuparon de 45 personas mientras que los endocrinos vieron a un total de 68

Maqueta para unas charlas formativas sobre educación sexual - Foto: Ingrid

El Centro de Atención Sexual y Reproductiva en La Rioja, también conocido como 'La Casita', es un espacio en el que se atienden diferentes áreas, desde la anticoncepción hasta trámites para las interrupciones voluntarias de embarazo, entre otras.

Otro tema que tratan los profesionales que allí trabajan es la transexualidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 0,3 y 0,5% de población mundial es trans, por lo que en España supondría un grupo que comprendería entre las 14.000 y 25.000 personas. «Tiene un peso importante en la sociedad», afirmó la ginecóloga Carmina Salvador Ballada en el pasado congreso que celebró en Logroño la Sociedad Española de la Contracepción.

Salvador explicó que este centro de Atención Sexual y Reproductiva atiende a estas personas desde el punto de vista de la psicología y la endocrinología, entre otros. Detalló que los psicólogos de este espacio atendieron 16 casos de mujeres trans, con una edad media de 26 años; y un total de 29 varones trans con una media de 19 años.

Aparte, informó que los profesionales de endocrinología registraron un total de 68 casos, de los cuales, 41 fueron varones trans y 27 mujeres trans. 

Esta ginecóloga añadió que este centro les ha ofertado la preservación de la fertilidad y que han realizado seis congelaciones de semen en mujeres trans, y tres vitificaciones de obocitos en varones trans.

Otro dato que se conoció de este centro es que las mujeres que más demandan y apoyan la Ley trans son las que tienen menos de 35 años,  y en segundo lugar, están las que tienen entre 35 y 44 años.

Salvador recuerda que esta Ley Trans fue aceptada el pasado año a principios del mes de marzo, con la que se pretendía conseguir varias cosas, como la libre autodeterminación del género, de manera que «todos los gais, bisexuales, intersexuales y lesbianas se llamaban LGTBI e iban a vivir su orientación sexual, su expresión de genero, sus características sexuales y su diversidad familiar con plena libertad».

Detalla que algunos de los requisitos que se establece en esta ley es que las personas que deseen cambiar de sexo y que acudan a este tipo de centro, tienen tres meses desde su primera visita para pensarselo y luego volver otra vez para ver si están de acuerdo con todo lo que les han contado. «También establece que los jóvenes entre 14 y 16 años deben ir acompañados de sus padres o tutores, y si son menores de 14 años, tienen que ir con una autorización judicial».

Esta ginecóloga apuntó que el cambio de sexo elimina la hormonación obligatoria y la evaluación psicológica aunque «es recomendable para darles mejor apoyo». Aparte, informó que la modificación genital en menores de 12 años esta prohibida; y entre los 12 y los 16 años solamente se permite si lo solicita el menor y a este se le considera que está capacitado para tomar la decisión por su edad y su madurez plena.

Por otro lado, Salvador destacó el trabajo que realiza el Centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva, que cuenta con un  equipo multidisciplinar que está integrado por profesionales médicos, trabajadores sociales, psicólogos, endocrinos y enfermeras. Además, añadió que tiene la cartera de seguro garantizada, de manera que «si no se puede ofrecer en nuestra comunidad, se puede llevar a otros hospitales de referencia».

Aniversario. La Ley Trans y de garantía de los derechos LGTBI cumplió un año de edad a principios de este mes de marzo. Esta norma establece el derecho a la libre determinación de la identidad de género y su despatologización.

La ex ministra de Igualdad que aprobó esta ley, Irene Montero, explicó en su día que esta ley logra que el Estado reconozca a las personas trans su derecho a ser quienes son, sin que medien testigos, ni la obligación de hormonación durante 2 años ni ningún informe médico que «tenga que decir que son personas enfermas».

El vicepresidente de Gylda LGTBI+, Jesús Cárcamo, destaca que esta ley vino para «resolver y facilitar» una situación «muy complicada» de las personas trans, «quienes quieren avanzar con su realidad e integrarse como son y como se sienten en la sociedad en la que vivimos».

El centro LGTBI+ ha atendido en este año de vida de esta ley a más de 55 usuarios que han acudido al centro para demandar cuestiones relacionadas con ella. «Estamos satisfechos porque hemos podido dar cauce a diversas cuestiones relacionadas con la situación trans o el cambio en el registro», indica.

También se han atendido temas como la reproducción asistida en mujeres lesbianas, información con el cumplimiento de la ley trans en el deporte, orientación legal para el disfrute de los derechos de las personas trans, tramites registrales para el cambio de nombre y mención registral del sexo y derechos laborales en empresas.

A pesar de esto, Cárcamo recuerda que quedaron pendientes algunos temas no quedaron cubiertos, como resolver el reconocimiento de la realidad de personas no binarias, y cuestiones relacionadas con las personas trans extranjeras que no tienen papeles, ya que «no se les reconoce estos derechos trans».