La Alcoholera, preparada para destilar 160.000 litros diarios

Feli Agustín
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Bodegas y el Gobierno contactan con la planta de Cenicero, una de las pocas de su categoría en el norte de España, de cara al proceso de destilación de crisis, que convertirá el vino en alcohol

Rosa Durban, directora de La Alcoholera de Cenicero, en la sala de destilación, ahora parada una vez que ha concluido el proceso ordinario. - Foto: Ingrid

El procedimiento abierto para acometer un proceso de destilación de crisis, para el que el Gobierno de La Rioja se ha comprometido a aportar 15 millones de euros, ha despertado el interés de las bodegas -que han comunicado que tienen 40 millones de litros sobrantes- y ya se han puesto en contacto con La Alcoholera de La Rioja para interesarse por el mecanismo para su conversión en alcohol. 

Así lo relata la directora de la planta de Cenicero, Rosa Durban, que añade que la Consejería de Agricultura también ha establecido contacto con la compañía para conocer su capacidad de destilación, que se eleva a 160.000 litros al día.

A la espera de que una norma detalle las características y los plazos del proceso, la directora de  una de las pocas plantas de estas características del norte de España -hay una pequeña en San Vicente de la Sonsierra, y otras en Estella, Cariñena y varias en Cataluña-, explica que ya han terminado el proceso ordinario de destilación de la presente campaña, que ha logrado 380.000 litros de alcohol procedentes de  6.300 toneladas de oruja (pepitas, raspones y piel de la uva) y 2.000 de lías (subproducto del filtrado y la concentración de los mostos), que produce tartrato de calcio y alcohol etílico.

Durante la época de destilación trabajan a turnos de 24 horas de lunes a viernes. El proceso, que se inicia a finales de octubre o principios de noviembre, coincidiendo con el final de la vendimia, concluye, según las órdenes de Agricultura, a mediados de julio, por lo que, en función  del periodo que se determine para la destilación de crisis, su plazo de apertura podría variar.

Lo que también variará será el método de destilación, al tratarse de vino ya elaborado. La directora de La Alcoholera explica que, con carácter general, el orujo y las lías pasan por un proceso que inicia  en un difusor, donde reciben una «ducha caliente», que permite la obtención de una solución hidroalcohólica, que posteriormente se traslada a las torres de destilación, para extraer el alcohol;la parte sólida pasa a un secadero, que produce la pepita de uva y la biomasa.

En este caso, de carácter extraordinario, el vino se depositará directamente a la torre de destilación, y de ahí  se extraerá alcohol en bruto, que a la espera de la orden gubernamental correspondiente que determine con exactitud el proceso y su duración, será con toda probabilidad para usos industriales.

Litros según el grado.  «Nosotros estamos aquí para servir a las bodegas y quitarles un problema que es grave», asegura Durban, que destaca que tendrán «prioridad» sus bodegas proveedoras, que suman más de 200 de diferentes denominaciones, tanto  Rioja, como Rueda, Cigales, Toro, Somontano o Ribera, zona de la que es la destilería más cercana.

Aclara que los litros de vino entregados no se corresponderán con los litros de alcohol obtenidos, sino que se extraerán tantos como su grado alcohólico. La directiva confía en que sea su compañía la principal elección de La Rioja, aunque señala que entre sus proveedores figuran más bodegas de Rioja Alavesa,  «muchas familiares», señala la responsable de la factoría de Cenicero, que pasó a manos del grupo italiano Randi a finales de 2021. La nueva propietaria quiere «poner en valor» a La Alcoholera para conseguir recuperar un mercado que había perdido. 

Un total de 34 bodegas «de todas las tipologías», el 35% de las 384 activas de La Rioja, han comunicado su voluntad de convertir en alcohol 40 millones de litros de vino.  Agricultura, según avanzó la semana pasada su responsable, Eva Hita destinará 15 millones de euros y abonará 1,13 euros por litro, lo que cubrirá 13 millones. El sector considera «muy digno» el precio que se dispone a pagar, aunque asegura que el anuncio del Gobierno llega tarde.