La capitalización del paro se sitúa en mínimos históricos

Feli Agustín
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Solo 426 riojanos cobraron de una vez en 2022 el total del subsidio de desempleo; son la mitad que hace cinco años y la tercera parte que hace una década

Mercado de San Blas. - Foto: Óscar Solorzano

La capitalización del paro -el abono en un solo pago del importe de la prestación por desempleo para iniciar un nuevo negocio o invertir en una sociedad- pierde interés entre los desempleados riojanos. A esta posibilidad que ofrece el Ministerio de Trabajo se adhirieron el año pasado únicamente 426 trabajadores, la mitad que hace cinco años y un tercio respecto a hace una década, confirmando una tendencia decreciente que se ha acentuado después de la pandemia, aunque el descenso se había iniciado años antes.

Del repaso a las cifras que ofrece el Ministerio se comprueba que fue en 2007 cuando la cifra de trabajadores que capitalizaron el paro superó por primera vez el millar de personas -en concreto 1.145- un número que se mantuvo estable desde 2008, año del estallido de la crisis,  cuando muchos trabajadores se lanzaron al emprendimiento tras perder su empleo.

La cifra máxima se alcanzó en 2014 -ejercicio de la aprobación de la tarifa plana para autónomos- con 1.389, año a partir del que empezó un lento, pero continuado descenso -1.226 en 2015 y 1.033 en 2016- que se acentuó en 2017, con 828, cifra que fue ya de 705 en 2018 y de 640 en 2019. El estallido de la pandemia no hizo sino confirmar esta predisposición y fueron 462 en 2020 para bajar a 427 en 2021 y uno menos el año pasado. 

La mayoría de ellos, cerca del 90% -383- destinaron su capital a establecerse como autónomos -y así ha sido de manera tradicional-, mientras que 22 lo hicieron para ser socios de cooperativas, dos de sociedades laborales y 19 de entidades mercantiles.

El número medio de días capitalizados por cada trabajador que ha tomado esta decisión fue el año pasado de 229 días -la provincia de España con menor número para una media nacional de 298- que fue, no obstante, superior a los 217 días de 2021, año en el que La Rioja se situó también en la cola. Fue, incluso menor en 2020, con 170 días.

Por lo que respecta a la suma capitalizada muestra un gráfico en zig-zag en la última década, con la cifra más baja -4.182 euros en 2014-que fue subiendo paulatinamente para volver a bajar en 2020, alcanzando en 2022 la cuantía más elevada, 7.092 euros.

La Rioja, a la contra. Esta tendencia en La Rioja -que experimentó en mayo la mayor caída interanual en la cifra de autónomos- no es la tónica en nuestro país, donde el número de personas que capitalizan el paro para autoemplearse, a pesar que mostraba una tendencia descendente que se acentuó en la pandemia, ha experimentado después un ascenso, aunque no se han recuperado las cifras precovid.

Sin perjuicio de que los números son muy exiguos -España cerró 2022 con 2.837.653 parados- 51.109 cobraron la prestación de una sola vez;fueron  50.513 en 2021; 48.428 el año de la pandemia, ejercicio en el que se reflejó un descenso respecto a los 68.923 de 2019 y los 79.097 de 2018.

Por lo que se refiere al importe capitalizado, se sitúa por encima de la suma riojana y alcanzó 8.820 euros el año pasado, misma cantidad que el año anterior;fueron 6.780 euros en la pandemia, cuantía inferior a los 7.289 de 2019 y similar a los 6.727 de 2018.

Con carácter general, los requisitos para capitalizar el desempleo exigen al trabajador ser beneficiario de una prestación por cese de una relación laboral y deben quedarle, al menos, tres meses. En el caso de autónomos que estén recibiendo la prestación por cese de actividad, deberán tener pendientes, como mínimo, seis mensualidades. Se exige también no haber recibido esta prestación en los últimos cuatro años y el beneficiario deberá comenzar la actividad por cuenta propia en un plazo máximo de un mes desde que se concede el pago único. Incluso se puede dar de alta en la Seguridad social y comenzar antes de recibirlo.

Existen tres supuestos para ser perceptor de la prestación en un único pago: primero, desarrollar una actividad como personas trabajadoras autónomas, que es la mayoritaria. No se incluirán en este caso quienes se den de alta como autónomos económicamente dependientes, firmando un contrato con una empresa con la que hubieran mantenido una relación contractual inmediatamente anterior a la situación legal de desempleo o que pertenezca  al mismo grupo empresarial de aquella.

Las otras posibilidades son incorporarse de forma estable como socio en cooperativas o en sociedades laborales ya constituidas o destinar el importe a realizar una aportación al capital social de una entidad mercantil de nueva creación o nacida en un plazo máximo de 12 meses anteriores.