Razones y reproches en la despedida del Voley Logroño

M. A. G-S.
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El presidente del Voley Logroño, oficializa su renuncia a la Superliga harto del ninguneo institucional, empresarial y social a su club

Carlos Arratia, en su rueda de prensa de despedida. - Foto: Ingrid

El deporte riojano está en duelo desde el pasado jueves, fecha en la que se adelantó la renuncia del Voley Logroño a competir en la próxima Superliga Femenina. Ayer, Carlos Arratia, puso razones a esta inesperada decisión que ha sumido a todo el voley en un estado de shock del que tardará en reponerse. La renuncia del Voley Logroño tiene el mismo calado que la desaparición, hace más de una década, del Tenerife Marichal, el mejor equipo femenino español de la historia de este deporte, espejo tantas veces de la entidad riojana. 
Tras cuatro días de absoluto silencio, Carlos Arratia, presidente, ex entrenador, director deportivo y hombre orquesta del Voley Logroño desde su nacimiento en Murillo hasta su consolidación en la elite, compareció para explicar las razones que han llevado a este drástico desenlace. Arratia se cargó de razones y de reproches para justificar su adiós de la primera línea deportiva.
Acusó, por este orden, a las administraciones, a la Federación Española, a los medios y a las empresas riojanas de no haber valorado, en su justa medida, a un proyecto que puso a Logroño en el mapa deportivo del éxito. Pero, entre los reproches y casi entre lágrimas, pidió perdón a las jugadoras por no haber comunicado en tiempo su resolución. «Iva Pejkovic, Danira Costa  y Patricia Llabrés han sido injustamente damnificadas por esta decisión. Fernanda (Gritzbach), la jugadora que más calidad ha tenido, y que sé que nunca me hubiera hecho lo que le he hecho. Dani da Silva, la eterna capitana, encarnación de los valores del Voley Logroño. Helia González, que se quedó en Logroño en igualdad de condiciones...». 
También agradeció el desempeño de todos los entrenadores que le han acompañado en estos años, con especial detenimiento en Charly Carreño, el entrenador que dio al Logroño la dimensión que tiene actualmente, y a Esther López: «Nunca hemos jugado tan bien como esta temporada. Espero que me perdone por haber terminado así el proyecto». Citó uno por uno a todos menos al argentino Daniel Gallardo: «No se merece estar en la historia de este club», denunció.
Pero, tras los agradecimientos y la confesión de errores, Carlos Arratia no se mordió a la hora de señalar a los corresponsables de este desenlace. A todos ellos les formuló una pregunta sin respuesta: «¿Hemos valorado el tesoro que teníamos en la ciudad o estamos siendo conscientes ahora que ha llegado a su fin?».
Sin ánimo de querer pecar de «desagradecido», Arratia fue muy crítico con la labor de las administraciones a las que acusó de discriminación y falta de reconocimiento. En su opinión, el Voley Logroño siempre ha sufrido un «agravio comparativo» con el deporte masculino al tiempo que recordaba que su equipo, ganador de 18 de los últimos veinte títulos en juego, «nunca recibió un euro más por lograrlos». «No puede ser que no se valore la excelencia y el trabajo bien hecho», lamentó. El presidente del Logroño recordó, sin citar, que mientras a otros clubes se les bonificaba por disputar torneos continentales «nos ha sido imposible participar en competiciones europeas». A las instituciones les recordó que «es el momento de apoyar al deporte femenino».
El segundo ataque llegó a la Federación Española de Voleibol, en la figura de su presidente ‘eterno’ Agustín Martín Santos. Le acusó de ponerse de perfil en la adjudicación del título de la 19-20 pero, sobre todo, le recriminó su inacción al frente de dicho organismo hasta el punto de asegurar que «el voley no puede esperar cuatro años», en referencia al inmimente proceso electoral. «Hace 3 meses que ha acabado la liga y no hay una decisión sobre el título. Esto muestra el desinterés de la federación hacia una competición que organiza y el desprecio al Voley Logroño y Almería», apuntó. Tras ofrecer su plaza a Sant Cugat, descendido a Superliga Femenina 2, y a Sayre, a los que considera «damnificados» por la decisión de la Comisión Mixta, Arratia le transmitió un último consejo al presidente de la Española: «El mejor servicio que puede hacer Agustín Martín es no presentarse» antes de calificar a la Federación como «caduca, cansada, sin ilusión y servilista».
Aunque antes agradeció personalmente a todos los periodistas que informaban habitualmente de la actualidad del club, reprochó a los medios de comunicación que no valorasen en su justa medida al Voley Logroño. «Necesitábamos una mayor atención diaria. El conocimiento de un deporte es indispensable para crear afición», informó consciente de que la falta de base social ha sido, tanto en la etapa en Murillo como en Logroño, la gran falla del club. «Teníamos poca base, es cierto. Creo que el deporte femenino no está debidamente valorado entre la ciudadanía. La falta de afición ha influido. No se puede sostener un deporte profesional con pocos seguidores», se sinceró.
La última invectiva fue para las empresas riojanas que se han desentendido en el apoyo al deporte minoritario y, especialmente, al femenino. Al tiempo que reclamó la entrada en vigor de una ley de mecenazgo, lamentó que las empresas no hayan perdido «ni un minuto» en valorar las propuestas de patrocinio que representaba un mínimo desembolso en las cuentas de resultados.
Antes de despedirse con un mensaje de apoyo a las deportistas («tenemos que cuidar a las jugadoras nacionales»), Arratia recordó que tanto él como su directiva «hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano», para evitar la desaparición de un gigante de la Superliga Femenina. Con estas palabras se firmaba el acta de defunción del primer equipo del Voley Logroño, club hegemónico del voley femenino en la última década, la entidad deportiva más laureada de La Rioja que, se marcha, como en su día el Fútbol Sala Femenino Rioja (el primer club de la región en alcanzar la máxima categoría femenina y, en su día, el decano de los equipos riojanos en la elite), por la puerta de atrás tras una inmejorable hoja de servicios.

 

Cacho, el consejero de Deportes desaparecido

Arratia fue muy crítico con las instituciones aunque salvó a Raúl Martínez Gómez, director general de Deporte, y a Rubén Antoñanzas, presidente de Logroño Deporte. No así a Luis Cacho, desaparecido a efectos ‘deportivos’ desde su nombramiento. Arratia le acusó de «rebajar el deporte» a una mera dirección general al tiempo que le criticó que «en al año que lleva como consejero no he conseguido hablar con él». No le llamó una vez que los medios publicaron la renuncia a la Superliga ni tampoco han contactado con él Pablo Hermoso de Mendoza, alcalde de Logroño, ciudad a la que el club ha ofrecido 15 de sus 18 títulos, ni Concha Andreu, presidenta de un Gobierno que defiende la igualdad. 

En la tarde de ayer, el Gobierno de La Rioja emitió un comunicado en la que lamentaba "profundamente la situación de un club referente de la Comunidad, al que se ha apoyado desde el principio en su andadura en la elite, tanto el anterior Ejecutivo como el presente en sus primeros meses de actividad". "Sorprenden por injustas las declaraciones realizadas por el máximo responsable del Club Voleibol Logroño. La ayuda que se destina desde el Gobierno de La Rioja a este club ha estado cada año entre las más elevadas de las dadas a los clubes deportivos de referencia en La Rioja. Hace apenas unas semanas se adelantó en Consejo de Gobierno la firma del convenio de esta temporada vencida, respetando las cantidades acordadas sin tener en consideración la incidencia de la pandemia de la Covid-19; y la previsión presupuestaria para la próxima temporada valoraba mantener la misma partida", informó el Ejecutivo.

El comunicado, en cualquier caso, no desmiente la inexistente comunicación del club con el primer responsable del deporte riojano, Luis Cacho. Las cantidades percibidas en el último año por el Voley Logroño, ganador de 18 de los últimos veinte títulos en juego, han sido las mismas que las recibidas por el Haro Rioja Voley, el único representante del voley riojano en la próxima edición de la Superliga. Carlos Arratia, además, indicó que su club no ha recibido "cantidad alguna" de la subvención acordada para la temporada 2019-20 pese a que el comunicado del Consejo de Gobierno al que hace referencia el Ejecutivo data del pasado 29 de abril. 

 

 

 

El primer equipo dice adiós pero la base sigue por ahora

El Voley Logroño no competirá en competiciones nacionales pero el trabajo con la base desarrollado en los últimos años sigue. «Partimos de no tener ninguna niña a tener a 120, sin ‘robar’ ninguna jugadora a ningún club», especificó Arratia. «No queremos que todo este trabajo se pierda», apuntó Arratia al tiempo que recordaba que la Fundación Caja Rural, con José Artigas al frente, ha compremetido el apoyo de la entidad para la temporada 2020-21. En principio, Javier Blanco seguirá siendo el responsable de la cantera aunque está por ver cómo se reorganiza el trabajo de formación después del mazazo que ha supuesto el adiós del primer equipo.