El casco antiguo no quiere ser un parque temático

Y.Ilundain
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Los residentes de esta zona de Logroño piden, además, que se limite la apertura de nuevas viviendas de uso turístico

El casco antiguo no quiere ser un parque temático - Foto: Ingrid

Los vecinos del casco antiguo de Logroño, y especialmente los de Portales, están hartos de que esta  zona se haya convertido en un parque temático hostelero y también lo están de la proliferación de alojamientos turísticos. Ambos fenómenos están modificando  la fisionomía y la identidad del área histórica de la capital riojana y están poniendo en pie de guerra a unos residentes que, lejos de resignarse, dicen 'basta ya'. 

Que el casco antiguo logroñés se ha llenado de locales de restauración, circunstancia que no es exclusiva de Logroño, no es algo percibido por sus habitantes como forma de revitalizar económicamente este espacio de la ciudad cada vez menos habitado. Por el contrario, consideran que este tipo de negocios están desplazando al cada vez más escaso comercio local, con los inconvenientes que eso acarrea en forma de ruido y de suciedad. «Se están cargando la calle Portales. De jueves a domingo no podemos ni abrir ni una ventana ni casi dormir por los ruidos, las broncas... Aquí, hasta las 7 de la mañana pasa gente gritando, bebiendo y dejando los vasos y botellas por cualquier sitio. Es algo insoportable», manifiestan. 

Al cada vez mayor peso del ocio, unen otra realidad no menos sangrante para ellos, como la presencia creciente de pisos turísticos en los edificios de viviendas. En este terreno, se muestran muy críticos «con el hecho de que cada vez se concedan más licencias en edificios de viviendas del casco antiguo que, por lo general, suelen tener pocos vecinos. Hemos llegado a una situación donde casi la mitad de las viviendas de los edificios de Portales son pisos turísticos».

«Las administraciones están dando permiso para todo, para locales de restauración y para viviendas turísticas y, con esta política, lo único que hacen es perjudicar a los vecinos cuando lo que se debería hacer es limitar la apertura de los pisos turísticos»

En concreto, demandan que no se concedan licencias para este tipo de alojamientos en viviendas habituales o que se introduzcan limitaciones «y no se superen el 10% de las viviendas del casco antiguo».

«Lo que tenemos en la calle Portales y, en general, en el casco antiguo, es un ejemplo de mala gestión  en la concesión de licencias y, claro,  los vecinos que vivimos aquí somos los que tenemos que apechugar con los ruidos y las molestias».

Ante este escenario, se sienten «totalmente desprotegidos y desplazados» y aseguran que «lo que se va a conseguir es que los que vivimos aquí nos vayamos. De hecho mucha gente se ha ido y los que seguimos tenemos que aguantar que  se permita todo porque los habitantes del casco antiguo no somos una prioridad. Estamos hartos».

visión municipal. El Consistorio logroñés difiere de esta visión del casco antiguo. El concejal de Comercio, Turismo, Cultura, Festejos y Deportes, Miguel Sáinz, no cree que se haya convertido en un parque temático hostelero y asegura  que «no se están dando tantas nuevas licencias de apertura de bares». 

«No podemos negar que somos una de las ciudades con más bares por metro cuadrado, pero lo que tenemos claro es que queremos volver a apostar por el comercio de proximidad. Puedo entender el malestar de los vecinos, pero no creo que seamos una ciudad saturada de bares ni que seamos un parque temático. Considero que Logroño es una ciudad amable y acogedora y vamos a trabajar para garantizar el equilibrio entre comercio y hostelería en esta zona».

Apunta que se están tomando medidas en el casco antiguo en temas como el control de las despedidas de soltero que generan molestias y este pasado fin de semana ha comenzado el nuevo sistema de recogida de vidrio que ahorrará ruidos a los vecinos.

Sáinz entiende que a los residentes les puedan molestar el ruido causado por los usarios de las viviendas turísticas, pero «se hacen inspecciones y, si no se abre expediente, es porque no se superan los decibelios permitidos».

En cuanto a la proliferación de viviendas turísticas, apunta que «estamos en un nivel razonable, similar a otras ciudades de España» y recuerda que «incluso algunas ciudades ni han dado el paso de prohibir alojamientos turísticos por encima de la primera planta».

radiografía. La Rioja tiene actualmente 1.373 viviendas de uso turístico registradas. Prácticamente la mitad, 673, se localizan en Logroño y de ellas, 21 están en la calle Portales, según datos facilitados por la Consejería de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud.

En los últimos siete años, el número de estos alojamientos se ha triplicado, pasando de 384 a 1.373, y el crecimiento sigue este año, de forma que si en febrero existían 1.326 negocios ahora son 1.373.

En 2021 el  Ayuntamiento de la capital riojana limitó la instalación de estas viviendas a las  plantas inferiores de los edificios, es decir, entreplantas y primeros pisos, mientras que a las existentes solo se les permite acometer reformas, pero no ampliaciones. 

A corto plazo, las nuevas autoridades municipales no tienen previsto modificar la ordenanza sobre pisos y apartamentos  de uso turístico y afirma que nadie le ha puesto sobre la mesa ninguna propuesta sobre limitación de licencias.

arquitectos. Para Juan Carlos Merino, arquitecto y vicedecano del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja, el casco antiguo de Logroño «tiene que tener una mezcla de usos donde convivan el uso residencial con el comercial y el ocio» y observa cierto desequilibrio. «El casco antiguo no es todavía un parque temático, pero hay un problema en calles como Bretón en las que con tanto local de restauración no se puede vivir. Es irremediable que los cascos antiguos se conviertan en espacios turísticos, pero