«Estamos abandonados y nos sentimos indefensos»

Y.Ilundain
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Reyes es vecina de la Plaza del Mercado y considera que la situación que vive el casco antiguo de la capital riojana «cada vez va a peor»

«Estamos abandonados y nos sentimos indefensos» - Foto: Ingrid

Reyes es vecina de la Plaza del Mercado y considera que la situación que vive el casco antiguo de la capital riojana «cada vez va a peor». «Lo cierto es que se ha convertido en un parque temático y tenemos unas administraciones que muestran una dejadez absoluta por el casco antiguo porque priorizan, por encima de todo, los intereses del sector hostelero, vulnerando incluso el derecho al descanso que tenemos los que vivimos aquí».

Esta residente opina que «se ha montado toda una infraestructura para facilitar, sobre todo, la actividad hostelera en esta zona de la ciudad y no se respeta nada, ni la normativa de ruido, ni las distancias de las terrazas que hacen que dentro de poco ni los peatones vayan a poder pasar. Hemos llegado a una situación en la que los locales de hostelería se han adueñado del espacio público y el casco antiguo se ha convertido en un polígono industrial en el que, desgraciadamente, no hay casi más que bares, restaurantes y cafeterías».

Confiesa que, al igual que ella, los vecinos de esta parte de Logroño «estamos indignados y nos sentimos abandonados e indefensos. Y, claro, si a esto le unimos el tema de la cada vez mayor presencia de viviendas turísticas en el casco antiguo, pues no exageramos si decimos que esta zona está hecha toda para los turistas sin que los vecinos importemos»

«Estamos enfadados y nadie hace nada, ningún ayuntamiento nos tiene en cuenta cuando, igual, lo que hay que hacer es tomar medidas, pero claro tomar medidas en este tema es impopular, pero creo que se deberían introducir limitaciones porque la cosa cada vez va a peor en el casco antiguo».

Reyes también muestra su malestar y el de los vecinos de la Plaza del Mercado «por la dejadez que hay en el tema de la limpieza. Tenemos contenedores, pero, como vive poca gente, al final son, sobre todo, para la hostelería y los fines de semana suelen estar a rebosar, cuando no hay basura por fuera».

Así como comprende y se solidariza con otras zonas de la ciudad cuando se ven afectadas por el ruido que provoca el ocio nocturno, pide reciprocidad «porque aquí el ruido es habitual», mientras hace un llamamiento a los clientes del casco antiguo. «Pedimos un poco de sensibilidad a las personas que acuden, sobre todo los fines de semana, a los locales de restauración y a los pisos turísticos para que se dén cuenta que en el casco antiguo viven personas que tienen derecho a descansar».