Movimiento por la Paz ha acogido a 183 migrantes desde 2018

David Hernando Rioja
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Estas personas proceden de Senegal, Casta de Marfil, Gambia, Mali, Túnez, Argelia, Marruecos o Siria

Temporeros a las puertas de la antigua estación de autobuses de Logroño - Foto: Óscar Solorzano

En España viven más de cuatro millones de personas inmigrantes, según los datos de la ONG Movimiento por la Paz. Esta entidad afirma que muchas de ellas se vieron obligadas a abandonar su hogar en busca de protección, libertad o una vida mejor.

Reivindican que la atención de todas estas personas, y especialmente de las más vulnerables, es un derecho y una obligación por parte del país de acogida y sus instituciones.

Esta ONG ha atendido en el programa de acogida humanitaria de inmigrantes a alrededor de 12.500 personas desde el año 2018. La delegación de La Rioja, por su parte, ha acogido a un total de 183 migrantes en ese mismo periodo de tiempo. 

En 2018 fueron 28 migrantes, en 2019 fueron 39, en 2020 fueron 26, en 2021 fueron 33, en 2022 fueron 29 y en 2023 fueron 28. El responsable de Movimiento por la Paz en La Rioja, Jorge Aldao, indica que estos datos muestran que el año 2019 fue «un año llamativo en cuanto a llegadas», al igual que el 2021 tras la pandemia de la Covid-19.

Indica que estas personas proceden de los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla, las costas andaluzas como Motril y Almería, y en última instancia de la Isla del Hierro (Islas Canarias). Los países de procedencia de estas personas migrantes más recurrentes han sido Senegal, Costa de Marfil, Gambia o Mali, entre otros. Aunque también han accedido al programa personas procedentes de Túnez, Argelia, Marruecos o Siria.

Las edades que marcan el perfil más numeroso son de personas jóvenes de entre 18 y 30 años. La mayor parte cuenta con estudios básicos pero también con experiencia laboral, y un bajo porcentaje de ellos tiene estudios universitarios.

La delegación del Movimiento por la Paz en La Rioja cuenta con un total de 21 plazas en las que «las personas que llegan (varones mayores de 18 años) pueden permanecer como máximo tres meses en los que el trabajo para el restablecimiento de contacto familiares y sociales es una de las tareas más importantes», explica.

Destaca que el 95% de las personas que llegan a sus recursos continúan su proceso migratorio fuera de las fronteras del Estado, concretamente a países como Francia, Italia o Alemania fundamentalmente. «Continúan su proceso migratorio fuera de España porque tienen parientes o amigos cercanos. Aquí se organizan para seguir su itinerario migratorio», detalla.

En este punto, Aldao informa que no suelen llegar migrantes menores de edad pero «cuando lo hacen se debe a algún tipo de error relacionado con la comunicación en costa que hacen los migrantes que llegan». Recuerda que hace tres años les llegaron dos menores y en el mes del septiembre del pasado 2023 llegaron otros seis presuntos menores. «Son presuntos menores porque hay que hacer una prueba que certifica esa minoría de edad para dilucidar si verdaderamente son mayores o menores», explica.

Desvela que dos de esos seis presuntos menores se ha visto que son mayores de edad después de  solicitar la documentación que se generó en Canarias cuando llegaron, y el resto están esperando la  prueba de determinación de edad.

Motivos. Los motivos por los que estas personas vienen a España son variados. Jorge Aldao explica que son personas que huyen de algún tipo de conflicto armado o escapan de su país porque «la situación política es extrema y han sufrido persecución policial y maltrato».

Otras razones son que no tienen ningún medio de subsistencia en su país y la vulneración de sus derechos humanos, «algo que muchas veces se pueden comprobar cuando nos enseñan las cicatrices que atestiguan la violencia que han sufrido estas personas».

Cuenta que las personas que vienen marcadas con esas cicatrices pueden venir con ese trauma superado pero «otros aun sufren ese bloqueo importante, ya que miran al suelo cuando les hablan o vienen aturdidos».